Hablar de identidades sexuales tiene que ver con la reivindicación y la aceptación de cualquier comportamiento sexual que no transgreda los derechos de otra persona; tiene que ver con iguales derechos, libertades y oportunidades, como prácticas amparadas por los derechos humanos. Es la pluralidad de opciones sexuales y manifestaciones de la identidad género, que no se limitan a la heterosexualidad (relaciones con personas de un sexo opuesto) como norma, ni enmarcan a lo masculino y femenino como exclusivo de hombres y mujeres, respectivamente.
Es un tema relacionado al reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos que plantea romper la idea generalizada de que procreación y ejercicio de la sexualidad son la misma cosa, propio de la idea que solo pueden existir relaciones afectivas y sexuales entre un hombre y mujer y que solo deben darse para reproducirse.
Hablar de identidades sexuales es hablar de que en la vivencia de la sexualidad existe una amplia gama de gustos y preferencias. Entre las identidades sexuales tenemos: gay, bisexual, lesbiana, trans (transformistas, travestis, transexuales y trans géneros), heterosexual.
Las identidades sexuales no son un tema nuevo, a lo largo de la historia de la humanidad las personas han vivido experiencias sexuales diversas; sin embargo, fue desde el siglo XVIII que la medicina empieza a catalogar a este tipo de experiencias como síntomas de una enfermedad, esta idea errónea se ha trasladado hasta nuestro días y se manifiesta en formas de discriminación. Aunque ya para el siglo XIX, la misma medicina reconoció que existe una gran variedad de situaciones y experiencias en la vivencia de la sexualidad, y calificó a este tipo de prácticas como identidades sexuales; en la actualidad la lucha contra la discriminación es una de las mayores dificultades que afrontan las personas con identidades sexuales diversas.
En el caso del Ecuador se reconoce a las diversidades sexuales en la Constitución de 1998, desde fines de la década de 1990 los grupos de Lesbianas, Gay, Trans, Bisexuales e Intersex impulsaron su lucha para que la homosexualidad no sea catalogada como un delito y por lo tanto penalizada. En el 2008 se reconoce el derecho a la no discriminación por identidad de género.
La adolescencia suele ser una etapa de la vida donde las personas manifiestan sentires y necesidades que tienen que ver con la definición de la identidad sexual, en ocasiones darse cuenta o asumir resulta difícil debido a la serie de estereotipos y creencias erróneas que circulan en la sociedad.
Es importante mencionar que las parejas del mismo sexo, al igual que las parejas conformadas por personas de sexo opuesto, pueden vivir una sexualidad placentera, intercambiar expresiones de afecto, mantener relaciones sexuales, establecer acuerdos de respeto y llegar a consensos. Y también están sujetas a vivir los riesgos de mantener relaciones sexuales desprotegidas, por ejemplo, contraer enfermedades de transmisión sexual, al igual que las personas heterosexuales.
Es necesario acudir a los centros de salud para tener un espacio de consejería, diálogo y apoyo para recibir información y tener suficientes elementos para la toma de decisiones.